... an amarillo, con la colcha y con las vendas, que le desfiguraban, dio una gran voz, diciendo:-¡Jesús ¿Qué es lo que veo?Y con el sobresalto se le cayó la vela de las manos; y, viéndose a escuras ...
La Batalla de los Arapiles& 160;: 30de Benito Pérez Galdós Acerqueme a la puerta de la triste alcoba. Santorcaz no me ve& 237;a, porque su observaci& 243;n estaba fatigada y torpe a causa del mal ...
... manos regordetas de la baronesa.Y bajó las escaleras, deteniéndose a cada instante para saludar a ladama.Jesús, qué lata de viejo -murmuró ella, dando un portazo-. ¡Manuel,Manolito, has estado ...
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... noche el Conde Paris sueñacon quitarte el sueño. ¡Dios me perdone ¡Amén, Jesús .. Se le han pegado las sábanas.Tendré que despertarla. ¡Señorita, señorita Sí, sí, ya verás como el conde te coja ...
... vez, añadiré que desde que te conocí empecé a sentir hacia él un terrible desvío... Después... ¡Ay Jesús, me pasan cosas tan raras... A veces paréceme que le aborrezco, que siento hacia él un odio ...
... lleva en su coche... Por eso ha estado aquí toda la tarde... esperando... ¡Máximo, qué afrenta, Jesús, qué infamia ... Si no lo hubiera visto... No te chancees... ya... Estoy brava, soy una loba ...
... (vuelo de gonzález gallarza y loring a manila en el mismo año de 1926, vuelo del jesús del gran poder en 1929), no siempre libres de connotaciones polfticas, y nuestra aeronáutica se caracterizaba ...
... a Villamar- presentarme delante de todas las baterías de Gaeta, que delante de Rosita, con este no en la boca. ¡Jesús, cómo se va a poner Y tenía razón, porque en vano adornó don Modesto su mensaje ...
... ... Usted sabe muy bien que mi vida... ha sido una pasión... sin tregua ni descanso. -Más dolorosa fue la de Jesús y era un justo. -Sí, señor...; y por eso le alabo en mis penas... y bendigo la mano ...
... que ella es la dichosa, y que las desgracias se ceban en mí como los buitres en la carne muerta. ¡Jesús mío, Virgen del Carmen, Madre del alma, qué desgraciada soy ... No sigo, porque el pecho ...
... . La traición -LIX. La venganza -LX. Oliverio Cromwell -LXI. Los caballeros -LXII.¡Jesús -LXIII. Donde se ve que aun en las situaciones más desesperadas no pierden los corazones generosos el ánimo ...
... . La traición -LIX. La venganza -LX. Oliverio Cromwell -LXI. Los caballeros -LXII.¡Jesús -LXIII. Donde se ve que aun en las situaciones más desesperadas no pierden los corazones generosos el ánimo ...
... , dirige el cotarro en el seno de una rebotica. Valle-Inclán ha de encontrar en este don Jesús Muruais a su pintiparado confesor de letras. La biblioteca del profesor está a su alcance y al día ...
... personal. En usted, el motivo mismo es diferente. Tomemos por ejemplo a Ivanov. Yo considero que si se reduce a Jesús al papel de figura histórica, habría sido preferible que Ivanov hubiese elegido ...
... la que se reunía en casa de Cañamel. Aquel lago sobre cuyas olas andaba Jesús con asombro de los apóstoles, seguramente que no era más grande ni hermoso que la Albufera. Allí entre ellos vendría ...
... treinta e tres con Christo estido, quando resuçitado es quarto goço fue complido, quinto quando Jesús es al çielo sobido, et lo vido. Sexta alegría ovo ella quando en su compañía ...
Luchana& 160;: 29de Benito Pérez Galdós Envalentonados por la f& 225;cil conquista de San Agust& 237;n, que aunque les result& 243; un guiso quemado, conquista era, emprendieron los facciosos el ...
... ». Me llevó; déjeme llevar hacia la calle del Arsenal, donde está la Comandancia General. A mí, como a don Jesús, se me había despertado la curiosidad vivamente. ¡Carlos VI... un perfil histórico ...
... Llegó a la callejuela, profundamente sumida en el silencio de la noche y en las sombras de la ermita de Jesús. En el cielo brillaban los luceros. Graznaban las lechuzas y el viento volteaba chirriando ...
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