nonePág. 076 de 127La lucha por la vida III Segunda partePío BarojaEl verdugo se levantó para dejar las correas, cantando:Mala puñalá le den.Mala puñalá le diera.-Como uno de los tio de la taberna de ...
... le corten la cabeza -ordenó, sin molestarse siquiera en echarles una ojeada.-Yo mismo iré a buscar al verdugo -dijo el Rey apresuradamente.Y se alejó corriendo de allí.Alicia pensó que sería mejor ...
... la ventana veo a Artagnan; ¿qué espera?, ¿qué mira? ¡Gran Dios ¿Habéis dejado escapar al verdugo?Sonó de pronto en la plaza el sordo y fúnebre redoble del tambor, y sobresu cabeza sintió Athos ...
... a invocación de la Madre de Dios se despide la humanidad del condenado, a quien la mano del verdugo separa de ella.El verdugo tapa la cara al ajusticiado con una paño negro.Un silencio...
... Universidade de Santiago de Compostela (2008).• Ángel CARREIRA DÍAZ. Redondela: ensenada de San Simón, val do Verdugo, val do Oitavén. Xunta de Galicia, 2001. ISBN 84-453-3191-4.• Leopoldo BAHILLO ...
... García Berlanga, son los guiones inolvidables de Plácido (1961), Las cuatro verdades (1962), El verdugo (1963), Las pirañas (1967), Vivan los novios (1970), La escopeta nacional (1978), Patrimonio ...
... cuya identidad era ya evidente, levantó los brazos y bendijo a Alah, que había detenido la mano del verdugo. Después dijo a Diadema: "¡Hijo mío perdona a un anciano como yo, que no sabía lo que iba ...
... una alzaprima,Aramis con un hacha, y Artagnan con un martillo y clavos.La carta del ayudante del verdugo atestiguaba que ellos eran los mismosque esperaba el maestro carpintero.Veinte años después ...
... boca en boca, y cien voces resonaron a un tiempo con alegría: «¡Un caballero ¡Un caballero »El verdugo volvió la vista a los jueces, y el obispo le hizo señas de detenerse. Bajó el hacha y quedó ...
... un cardenal leve (es decir, subdi& 225;cono), un rasgu& 241;o o moledura. Incapaz Isidora de desarmar a su verdugo, aunque lo intent& 243; devolviendo c& 243;lera por c& 243;lera, hubo de rendirse ...
... observó desde la puerta su indecisión.––Padre ––le dijo––, ese desgraciado, por haber sido verdugo, no deja deser hombre. Prestadle el último servicio que reclama de vos, y tendrámás ...
... de cine Antonio Isasi-Isasmendi).Alegre juventud (1963).(Director de cine Mariano Ozores).El verdugo (1963)como Carmen.(Director de cine Luis García Berlanga).La hora incógnita (1964)como prostituta ...
... págs. 321-343.• Fernando LARRAZ ELORRIAGA. “El devenir de la empresa franquista: "El ayudante del verdugo", de Mario Lacruz”. En Hesperia: Anuario de filología hispánica, ISSN 1139-3181, Nº 16 ...
... pronto un espantoso grito de dolor y de vergüenza: un hierro ardiendo, un hierro candente, el hiero del verdugo, se había impreso en mi hombro.Felton lanzó un rugido.-Mirad - dijo Milady, levantándose ...
... y veréis si soy buen jinete». Cuando el asno daba los primeros pasos, miró don Martín al verdugo y al pregonero que iban a su lado, y con flemático gracejo les dijo: «Buen par de acólitos me he ...
... - dijo el hombre de la capa roja-, porque ya habéis visto que me ha reconocido.-¡El verdugo de Lille, el verdugo de Lille - exclamó Milady presa de un terror insensato y aferrándose...
... ;a con la abjuraci& 243;n del otro.Sac& 225;ronle de la c& 225;rcel por el callej& 243;n del Verdugo, y conduj& 233;ronle por la calle de la Concepci& 243;n Jer& 243;nima, que era la carrera oficial ...
... resbaló en una escalera, y cayendo de una altura de quince escalones se encuentra moribunda.Si el verdugo Deibler fuera a Mónaco, acaso se enamoraría de Violeta, prefiriendo raptarla a guillotinarla ...
... , y el día de la faena, pasada ésta, hay en la casa una comida de amigos, y de sobremesa describe el verdugo la instalación de la guillotina, el acto de recibir al reo, su última toilette, su actitud ...
... muestras de piedad y agradecimiento, e inclinando resuelto la cabeza sobre el madero, descargó el verdugo el golpe mortal en su garganta. Oyéronse en el mismo instante sordos y mal reprimidos sollozos ...
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