... una mujer? DOÑA JERÓNIMAPorque estimo la salud, 145que anda en poder de ignorantes. ¿Piensas tú que seda y guantes de curar tienen virtud? & 160;& 160;& 160;& 160;Engáñaste si lo piensas ...
... regreso a Venecia - XIV. Cómo se escribió el libro de la división del mundo - Apéndice 1. La ruta de la seda - Apéndice 2. La Venecia de Marco Polo - Apéndice 3. Viajeros por el oriente medieval ...
... as, que ya comenzaban a llamar la atención de los mozos de la huerta, asistían con pañuelos de seda nuevos, vistosos, y planchadas y ruidosas faldas a las fiestas de los pueblecillos, o despertaban ...
... el maravilloso encanto de un viaje a la Cólquida en la nave Argos; en que un pañuelo de seda o una peineta de similor adquirían el valor del ceñidor, la peina y el collar de Afrodita, y un convite ...
... musicales. El embajador florentino escribiría «que hasta los cocineros y sirvientes iban vestidos de seda y de raso». El biógrafo Jay Williams describe así el fantástico espectáculo: «Leonardo ...
... a caminar rápidamente, aunque con prudencia; hacía tanto calor, que me protegí la cabeza con un pañuelo de seda; también portaba dos pistolas cargadas para mi defensa. No había caminado ni cien ...
... en el sofá, el médico está auscultando cuando se nota en la puerta el frufrú del vestido de seda de Praskovya Fyodorovna y se oye cómo regaña a Pyotr porque éste no le ha anunciado la llegada ...
... , por donde se entraba a una casa grande de muy buena apariencia. La entrada medio oculta por un tapiz de seda roja, daba a un gran jardín que había delante de la casa. A ambos lados aparecían bancos ...
... . El turbante blanco como la leche sujeto con ardiente rubí en torno de su cabeza, la bala de seda forrada de armiños con presillas de oro, la túnica talar algo oscura, sembrada de lucientes estrellas ...
... una muerte violenta, se preparó un lujoso suicidio, coleccionando espadas de oro, cuerdas de seda, venenos ocultos en piedras preciosas. Pero su buena abuela, Mesa, preocupada por las extravagancias ...
... jardín ojeroso que me sueña.El insomnio estelar. Lo que me queda.La manzana otra vez. La sed. La seda.Mi corazón sin uso de razón:me faltas tanto en esta lejanía,en la tarde, a la noche, por el día ...
... . Su casa ha sido decorada con los muebles más elegantes, con tapices, cortinajes de seda y arañas de cristal, y esto motiva, entre los republicanos sencillos, un asombro caviloso. Tienen curiosidad ...
... gorro de la misma tela. La conservaci& 243;n de esta es admirable.-Manteo de brocado de Cambray, tejido con seda y tirado de plata -dijo C& 225;novas-. & 191;Y no ten& 237;a alguna insignia del Tois ...
... hago maldito caso de las arcadas. Ponga usted una muralla de la China o un hilo de seda; lo mismo me da. Pero el mundo es muy malicioso... Ya, ya le veo venir. Usted, con el no importa, lo resuelve ...
... tenía la expresión de la persona que no se da cuenta de nada. No pensaba en que su vestido de seda, procedente de una casa de compraventa, estaba fuera de lugar en aquella habitación, con su cola ...
... veían dos trenzas negras de pelo, hermosísimas, enroscadas al modo de culebras, y entre ellas una cinta de seda con este letrero: ¡Hija mía «¿De quién es ese pelo?» preguntó Jacinta vivamente ...
... escuchaba el relato de Julián y las lágrimas corrían silenciosas por su rostro, yendo a perderse entre la seda de su barba. -La justicia -continuó Julián con sarcasmo-, empezó entonces a dar su última ...
... un sencillo vestido de glacé negro que dibujaba con más vigor la esbeltez de su cuerpo; con una cinta de seda azul graciosamente enlazada en su cabeza, un cinturon negro con broche de acero y un par ...
... , de aspecto elegante y de actitud llena de simpatía. E iba vestido con una túnica de seda de Nischabur, llevaba a los hombros un manto de terciopelo con franjas de oro, y en un dedo ostentaba ...
... . Si las cosas ocurrieran como en los escenarios, en los ballets, donde los pobres, vestidos con andrajos de seda y jirones de blonda, mendigan danzando graciosamente, los podríamos admirar. Admirar ...
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