Sistema endocrino

Reseña histórica

Las glándulas endocrinas o de secreción interna fueron individualizadas en la década de 1830 por el fisiólogo alemán Johannes Müller y se demostró su actividad por primera vez en 1849 por medio de la castración de pollos. Posteriormente, el médico británico Thomas Addison, al estudiar la enfermedad sanguínea que lleva su nombre, confirmó la relación existente entre una lesión en las glándulas endocrinas y un determinado proceso patológico. En 1901, el químico japonés Jokichi Takamine aisló la sustancia responsable de la elevación de la tensión sanguínea, la adrenalina, y en 1902, los británicos William Maddock Bayliss y Ernest Henry Starling descubrieron un «mensajero químico», que estimulaba la secreción del jugo pancreático, al que llamaron secretina. Más tarde, en 1915, el investigador estadounidense Edward Calvin Kendall, de la clínica de la Fundación Mayo en Minnesota, aisló a partir del tiroides un aminoácido que contenía yodo, al que denominó tiroxina. Los descubrimientos se fueron acumulando, y así, en 1921, los canadienses Frederick G. Banting y Charles H. Best, de la Universidad de Toronto, consiguieron aislar la insulina, que tan eficaz habría de resultar en el tratamiento de la diabetes. En 1949, en la ya citada clínica Mayo, Philip S. Hech descubrió la cortisona, lo que supuso un gran avance terapéutico en el tratamiento de la artritis reumática. Las sustancias mencionadas fueron aplicadas e investigadas a fondo y, en ocasiones, a partir de su función en el control celular se pudo obtener un notable campo de aplicación farmacológica.

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