Los golpes o heridas en la cabeza durante la infancia pueden aumentar las posibilidades de desarrollar esquizofrenia en años posteriores, siempre que haya una fuerte predisposición genética. La esquizofrenia es una enfermedad muy frecuente en nuestro medio. De hecho el 1% de la población a lo largo de su vida padece esquizofrenia. Sin embargo, las causas de esta enfermedad siguen sin conocerse bien. Se sabe que influyen factores genéticos y también elementos ambientales. Los traumatismos craneales durante la maduración cerebral en la infancia podrían ser una posible causa ambiental. Efectivamente en un estudio reciente se ha comprobado que los golpes de mediana intensidad en la cabeza durante la infancia se asocian con el desarrollo de esquizofrenia años después. Los individuos estudiados padecían una forma de esquizofrenia familiar de gran carga genética. Los hallazgos anteriores serían coherentes con las teorías existentes sobre el origen de la esquizofrenia. Así...