... ). Fue escrita en prosa en el año 1577, en el convento de San José de Ávila. Las moradas ofrece al lector un compendio de las vivencias místicas de su autora; la dificultad de transcribir este tipo ...
... san Juan de la Cruz en 1572 al aclararle la estructura del alma y su deslinde del cuerpo (4 Moradas, 1,8). En noviembre del mismo año alcanzaba la madurez plena del «matrimonio espiritual», a sus 57 ...
... Oh dueña mía porque no tengo dinero, y ha dicho el poeta:¡La penuria nos hace extranjeros en nuestras propias moradas, y el dinero nos da una patria en el extranjero ¡Por eso ¡oh luz de mis ojos ...
... caprichosas isletas. En otra direcci& 243;n, distingu& 237;anse & 225;rboles solitarios junto a moradas humildes, doradas mieses, caminos de agaves, grandes parvas amarillentas y ganado dom& 233;stico ...
... Santa Maria della Vittoria en Roma. El castillo como símbolo de la vida espiritual del hombre en Las moradas ha sido puesto en relación con Das Schloss (El Castillo, 1926), novela de Franz Kafka cuyas ...
... de morada subterránea, e incluso de una especie de caverna-purgatorio: también los germanos creían en dos moradas: la celeste o Valhala, adonde iban los héroes muertos en batalla —paraíso guerrero ...
... cómicos temblaban de frío en el escenario, dentro de la cota de malla, y las bailarinas aparecían azules y moradas dando diente con diente debajo de los polvos de arroz. Las decoraciones se habían ido ...
... luz del sol; y, semejante al ruiseñor privado de sus pequeñuelos, ante las puertas de las paternas moradas prorrumpiré en mis agudos gritos en presencia de todos. ¡Oh, morada de Ades y de Perséfona ...
... más adusto que se ha conocido; y Cervantes, ¿qué placeres, qué contento? Cautiverio, calabozo no son moradas de alegría. El malogrado Larra viene a confirmar nuestra aserción: ¿quién no pensara ...
... no eran grandes (mortificación, renuncia, oración, etc.); pero a la hora de describir las inefables «moradas» de la unión estática, los primeros sufíes se encontraron con dificultades insoslayables ...
... ciervos y las aves. Inmediatamente asignaron a los ciervos y a las aves sus respectivas moradas. "Tú, ciervo, dormirás en las llanuras de los ríos y en los barrancos. Allí estarás entre los espinos ...
... y en cuatro pies vivirás -así como se dijo, así fue hecho. Luego fueron también repartidas las moradas de los grandes pájaros y de los pequeños pájaros. -Vosotros, pájaros, os alojaréis en lo alto ...
... ni del hombre de las ciudades.Pero si vas al Najd de Arabia, me encontrarás: allí, lejos de las moradas de los hombres pálidos, hacen mi dicha las llanuras espaciosas, y la sociedad de las gacelas ...
... , cuando miraba a Dagiore apurando un vago de vino francés y ensuciándose con las gotas moradas del campeche su largo y cerdoso bigote, se espantaba; pero más tarde, reflexionando a solas, se decía ...
... alcance de su gigantesca mole. Los micos, los saínos, las aves al sentir ese terremoto de sus moradas, huían golpeándose entre las ramas y dando chillidos de espanto. Mas a poco se restituía la calma ...
... pocas mujeres que hab& 237;an quedado en sus moradas, sal& 237;an inquietas a las puertas o se lanzaban ... canasto al brazo, luciendo un vestido nuevo a listas moradas y un pa& 241;uelo...
... amiga compartiendo mis placeres en nuestras moradas, y si mis pesares, por fin, se convertirán en ... dicho el poeta acerca del viaje:¡Deja las moradas de tu patria, si aspiras a...
... as noticias lastimosas, a saber: que las monjas de San Juan de la Penitencia, al arreglar las planetas moradas que debían usarse el Domingo de Ramos, las habían dejado cortas, y los señores canónigos ...
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