Confesión de los moriscos
Confesión de los moriscos de Francisco de Quevedo Yo, picador, macho herrado, macho galopeado, me confieso a Dios barbadero y a soneta María tampoco, al bien trobado san Sánchez Batista y a los sonetos apóstatas san Perro y san Palo, y a vos, padre espertual, daca la culpa, toma la culpa. Vuélvome a confesiar a todos estos que quedan aquí detrás, y a vos, padre espertual, que estás en lugar de Dios, me deis pestilencia de mis pescados, y me...
Está viendo el 57% del contenido de este artículo.
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales: Enseñanza Bibliotecas públicas