Abelardo Castillo
Trayectoria vital y literaria Fue animador, con Humberto Costantini y Arnoldo Liberman, de la revista El Grillo de Papel (1959), que fue prohibida al año siguiente, y fundador —junto con Liliana Heker]— y director de El Escarabajo de Oro, revista literaria de gran influencia en la época, que se editó con regularidad hasta 1974 y se caracterizó por su adhesión al existencialismo sartreano; y de 1977 a 1987 dirigió la revista El Ornitorrinco, que se transformó en un valioso espacio de expresión de la literatura rioplatense y en un referente cultural contra la dictadura militar. Con su primera obra de teatro, El otro Judas (1959), abordó la relación entre culpa y castigo, tema recurrente en varios de sus libros, y años más tarde ganó el “Primer Premio” del Festival de Teatro de Nancy. En 1963 un jurado integrado por Eugène Ionesco y Alfonso Sastre, entre otros, le otorgó el “Primer Premio Internacional de Autores Dramáticos Contemporáneos” de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) por su drama Israfel (publicado en 1964). Como cuentista fue reconocido con el “Premio Casa de las Américas” por su libro Las otras puertas (1961), y posteriormente publicó, entre otras selecciones, Cuentos crueles (1966), Los mundos reales (1972), Las panteras y el templo (1976), El cruce del Aqueronte (1982) y Las maquinarias de la noche (1992). La fatalidad de los sucesos que narra hace recordar a Jorge Luis Borges, de quien toma a veces cierta entonación criolla y distante. Obtuvo numerosas distinciones por sus novelas El que tiene sed (1985), Crónica de un iniciado (1991) y El Evangelio según Van Hutten (1999); y ha publicado, entre otros, los ensayos Las palabras y los días (1989) y Ser escritor (1997). Recibió el “Premio Casa de las Américas de Narrativa 'José María Arguedas'” de 2007, así como el “Gran Premio de Honor” de la Sociedad Argentina de Escritores del año 2011.
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