Eclesiástico, escritor y santo llamado El Bético. Obispo de Iliberis (Elvira, Granada), fue un apasionado defensor de los postulados acordados en el I Concilio Ecuménico de Nicea (Iznik, Turquía, 325), en el que fue combatido el arrianismo. Durante el ejercicio de su mandato episcopal se negó a entrar en comunión con los arríanos convertidos al catolicismo y criticó al obispo cordobés Osio por sus posturas conciliatorias. No aceptó las decisiones del sínodo de Alejandría (Egipto, 362), que ordenó la admisión en la Iglesia, con los mismos grados eclesiásticos que tenían, a quienes abjurasen del arrianismo, y fue partidario del obispo Lucífero de Cagliari, al que probablemente visitó en su sede diocesana en Cerdeña y a quien substituyó, tras su fallecimiento en 370, como cabeza visible del rigorismo ortodoxo. Redactó, entre otras, varias obras de exégesis del Antiguo...