Historia El movimiento fatimí se originó a partir del ismailismo, doctrina chiíta (si’ í) no sólo religiosa, sino también política, filosófica y social, cuyos adeptos prometían la renovación del islam cuando apareciera un profeta o mahdi descendiente de Mahoma. Los fatimíes, con el apoyo militar de las tribus bereberes sanhayíes kutama, alcanzaron el poder en la región norteafricana de Ifriqiya (en la actualidad Túnez), donde su fundador —’Ubaid Allah— se proclamó mahdi y califa con el título de amir almu ’minin (”príncipe de los creyentes”).