Recorrido De ideología moderadamente republicana, la mayor parte de sus lectores pertenecía a la pequeña burguesía urbana y al sector más cualificado de la clase obrera; gracias a su nómina de colaboradores (como Clarín y Mariano de Cavia, que firmaba las críticas taurinas con el seudónimo Sobaquillo) y a su política comercial (con precios muy ajustados a los costes), alcanzó gran difusion entre el público, hasta el punto de que durante las dos últimas décadas del s. XIX llegó a ser, en varias ocasiones, el diario español de mayor tirada; fue además el periódico que introdujo en España la sección de anuncios por palabras, aparecida por primera vez en el numero de 23-XII-1879.