XI. A la Conquista de Rusia

Introducción

TERMINADAS las operaciones en los Balcanes, el 30 de abril, Hitler dio como fecha del comienzo del ataque al Este el 20 de junio. Y en el intermedio que iba de una fecha a otra tuvo lugar uno de los incidentes más increíbles de toda la guerra. La tarde del 10 de mayo, Rudolf Hess se dirigió en un Messerchmidt hacia Escocia, donde tenía la intención de encontrarse con el duque de Hamilton, al que había tratado superficialmente en 1936. Su propósito era contactar, a través del duque, con los medios políticos de Londres para negociar una paz entre Inglaterra y Alemania. Hess, que en 1920 se encerró voluntariamente con Hitler en la prisión, era uno de sus más devotos partidarios y, relegado a un segundo plano en los últimos tiempos, sentía una frustración que no sabía cómo superar. En su fervor por el Führer no sabía qué hacer para reconquistar sus simpatías y pensando que el mayor deseo de su ídolo era concertar la paz con los británicos, para así luchar en un solo frente, se propuso ofrecerle este regalo, que pensaba conseguir para él. La idea la tuvo en 1940 y hasta aquel día de mayo no había podido ponerla en práctica. Tras de arrojarse en un paracaídas y ser detenido cerca de Escocia, logró ponerse al habla con el duque de Hamilton, quien comunicó a Churchill la disparatada y extraña noticia. Más tarde, totalmente dispuesto a llevar por su cuenta las mencionadas negociaciones, les habló de las condiciones y deseos de Alemania.

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