X. Una rivalidad que apasiona a los florentinos
DURANTE la ausencia de Leonardo se había revelado en Florencia un artista de quien se hablaba en todas partes: Miguel Angel. Florentino como Leonardo, tenía hacia el año 1500 solamente treinta años, mientras Leonardo estaba cerca de los cincuenta. Con sus grandes obras y su extraordinaria originalidad se había ganado la fama de ser el segundo artista de Italia, después del «divino Da Vinci». Muy orgulloso, estaba dispuesto a demostrar que su arte era superior al del sutil y enigmático autor de La Santa Cena. Acababa de sentirse profundamente agraviado con motivo de unas controversias sobre el emplazamiento de su estatua más famosa, un David a quien los florentinos llamaban «el gigante», y para la cual había luchado por conseguir —como lo consiguió, en efecto— su permanencia al aire libre, en la plaza frente al Palazzo Vecchio. Miguel Angel se oponía al traslado a una de las salas interiores del palacio, donde se encuentra hoy en día. El autor del David tenía una...
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