Introducción Falla con Massin en el Patio de los leones de la Alhambra de Granada. DESPUÉS de que El amor brujo se presentara en los escenarios de España sin ningún éxito y antes de su consagración en París, Manuel de Falla se trasladó, en compañía del matrimonio Martínez Sierra, a la Ciudad Condal, donde juntos habitaron en un piso de la calle Rosellón durante cinco meses. Gregorio Martínez Sierra había fundado, junto con Tomás Borrás, una compañía teatral que se encontraba en aquel tiempo actuando en el teatro Novedades, de Barcelona. Será por este motivo por el que el autor teatral pedirá a Falla una obertura para la representación del Otelo, de Shakespeare, que el compositor, en una de sus mejores etapas creativas, terminará en sólo cuarenta y ocho horas. Más adelante Falla se sentirá poco menos que avergonzado de esta composición, y no sin motivos: la obra no aporta nada nuevo a la carrera musical del autor gaditano, y ciertamente se aprecian en ella evidentes influencias de Verdi y también de Berlioz.