VII - La Filosofía Permanente

16/11/2010 7.903 Palabras

Es una pena que la palabra Antropología se haya degradado hasta significar el estudio de los antropoides. En la actualidad ya está asociada a riñas entre profesores de la prehistoria (en más de un sentido) sobre si una astilla de piedra es el diente de un hombre o de un mono; cosa que a veces se resuelve como en aquél famoso caso en que resultó ser el diente de un cerdo. Está muy bien que exista una ciencia puramente física de estas cosas; pero la denominación comúnmente utilizada bien hubiera podido estar dedicada, por analogía, a cosas no sólo más amplias y profundas sino algo más relevantes. Así como en Norteamérica los nuevos humanistas le han señalado a los antiguos humanitarios que su humanitarismo estuvo en gran medida concentrado en cosas que no son especialmente humanas – tales como condiciones físicas, deseos, necesidades económicas, medioambiente y etc. – del mismo modo, en la práctica, quienes se llaman antropólogos tienen que estrechar sus mentes...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info