Poemas en prosa: La casa del juicio
Poemas en prosaLa casa del juicio de Oscar Wilde Y el silencio reinaba en la Casa del Juicio, y el hombre compareció desnudo ante Dios. Y Dios abrió el libro de la vida del hombre. Y Dios dijo al hombre: -Tu vida ha sido mala y te has mostrado siempre cruel con los que necesitaban socorro y con los que carecían de apoyo. Has sido hosco y duro de corazón. Te llamó el pobre y tú no le oíste, y cerraste tus oídos al grito del hombre afligido. Te apoderaste para tu uso particular de la herencia del huérfano y lanzaste las zorras a la viña de tu vecino. Cogiste el pan de los niños y lo diste de comer a los perros, y a mis leprosos, que vivían en los pantanos y que me loaban, los perseguiste con saña por los caminos, por esa tierra mía, con la cual te formé. Y vertiste sangre inocente. Y el hombre respondió y dijo: -Hice eso, efectivamente. Y Dios abrió por segunda vez el libro de la vida del hombre. Y Dios dijo al hombre: -Tu vida ha sido mala y has escondido...
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