Para ser un buen arriero: 4
Para ser un buen arriero... Tipos y paisajes de José María de Pereda - IV - Cuatro días después de este suceso, y cuando ya se hubo honrado y sepultado dignamente al indiano, se leyó solemnemente su testamento en presencia de los herederos. Según él, Blas y Paula quedaban dueños absolutos de todo el caudal del testador, separadas algunas cantidades señaladas por éste para los pobres del lugar, misas por su alma, etc., etc. La tajada que Paula y Blas se llevaban valía la friolera de treinta mil duros. Al oírlo de boca del escribano, que leía el testamento, los improvisados capitalistas se cayeron de espaldas; y no se murieron de repente, porque no podían comprender entonces lo que aquella cantidad representaba. Todas las ambiciones de su vida juntas no habían pasado de mil reales. Respecto a esta cantidad, sabían cuanto había que saber: lo que abultaba en onzas, en medias onzas, en ochentines, en duros, en pesetas y hasta en monedas de cobre; lo que se podía...
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