Los inicios Los orígenes de Nokia se remontan a 1865, fecha en la que Fredrik Idestam, un ingeniero de minas finlandés de 25 años, construyó una fábrica de pasta papelera en la ciudad de Tampere. En 1871, Idestam trasladó la planta a orillas del río Nokia, cuyos rápidos ofrecían grandes posibilidades para la producción de energía hidráulica. Fue precisamente el río el que dio nombre a la sociedad anónima que fundó Idestam ese mismo año: Nokia AB. La empresa enseguida tuvo éxito, al coincidir con la segunda revolución industrial en Europa y aumentar rápidamente la demanda de papel y cartón. Idestam creó una red internacional de vendedores y los productos de Nokia se exportaron en un principio a Rusia, y después al Reino Unido y a Francia. A principios de siglo, Idestam construyó también dos centrales hidráulicas y comenzó a producir y distribuir electricidad. La demanda de mano de obra atrajo a la zona a numerosos trabajadores. Se crearon infraestructuras y se construyeron en torno a las fábricas muchas viviendas que, con el tiempo, se convirtieron en un municipio llamado Nokia en el que actualmente viven 28.000 habitantes. En 1898 se fundó en Helsinki la Compañía de Caucho de Finlandia, una empresa dedicada a la elaboración de calzado de goma que unos años después también se trasladaría a Nokia. Más adelante, la compañía pasó a fabricar, además de calzado y neumáticos, gomas elásticas, piezas industriales de goma, impermeables y otros productos de caucho. En 1912 nació la empresa que más tarde se conocería como Compañía de Cables de Finlandia, dedicada a la fabricación de cables para redes telefónicas y telegráficas. Diez años después, la Compañía de Caucho de Finlandia adquirió la mayoría de las acciones de Nokia AB y de la Compañía de Cables, dando inicio a una asociación comercial que culminaría con la fusión de las tres empresas en 1966.