Los Miserables: I.8.1
Los MiserablesPrimera parte: "Fantina"Libro octavo: "Contragolpe"Capítulo I: Fantina feliz de Víctor Hugo Principiaba a apuntar el día. Fantina había pasado una noche de fiebre e insomnio, pero llena de dulces esperanzas; era de mañana cuando se durmió. Sor Simplicia, encargada de cuidarla, pasó con ella toda la noche y, al dormirse la paciente, fue al laboratorio a preparar una dosis de quinina. De pronto volvió la cabeza y dio un grito. El señor Magdalena había entrado silenciosamente y estaba delante de ella. - ¡Por Dios, señor Magdalena! -exclamó la religiosa-. ¿Qué os ha sucedido? Tenéis el pelo enteramente blanco. - ¿Blanco? -dijo él. Sor Simplicia no tenía espejo; le pasó el vidrio que usaba el médico para constatar si un paciente estaba muerto y ya no respiraba. El señor Magdalena se miró y sólo dijo, con profunda indiferencia: - ¡Vaya! Sor Simplicia le informó que Fantina había estado mal la víspera, pero que ya se encontraba mejor porque...
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