Los Ayacuchos : 22
Los Ayacuchos Capítulo XXII de Benito Pérez Galdós De D. Fernando a Demetria Sitges, Julio. Amadísima mujer: Te escribo en la mayor consternación. Encuentro a mi madre enferma, con grave recrudecimiento de su achaque pulmonar, intensa fiebre, postración grande; disneas frecuentes a menudo disminuyen mis esperanzas y aumentan mis temores. Hoy es uno de los días más tristes de mi vida. Llegué con la emoción que puedes figurarte, y al ver de lejos la villa blanca, el corazón se me saltaba del pecho. Mi entrada en la casa fue como el testarazo del ave ciega que en su vuelo rápido se estrella contra un muro. ¿Quién comprenderá mi pena como tú, quién como tú la compartirá? Me consuela el pensar que en cuanto recibas mi carta, seremos dos a soportar esta pesadumbre. ¿Ves, querida mía, cuán cara cuesta la felicidad, y cómo se hace valer, y cómo se hace esperar, y con qué infame perfidia juega el destino con nuestros deseos?... No me extiendo más. Basta por...
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