Las mil y una noches:819
Las mil y una noches - Tomo V pero cuando llego la 850ª noche de Anónimo PERO CUANDO LLEGO LA 850ª NOCHE Ella dijo: ... en un sitio que conocía, y desde donde podía ver todo lo que ocurriera en la casa sin ser visto. Y no hacía una hora de tiempo que estaba en su escondite, cuando he aquí que vió entrar a un hombre a quien reconoció al punto el vendedor de cañas de azúcar establecido enfrente de la casa. Y llevaba en la mano una caña de azúcar escogida. Y en el mismo momento vió que su esposa le salía al encuentro al otro, contoneándose, y le decía: "¿Es ésa toda la caña de azúcar que me traes, ¡oh padre de las cañas de azúcar!?" Y dijo el hombre: "¡Oh dueña mía! ¡la caña de azúcar que estás viendo no es nada comparada con la que no ves!" Y ella le dijo: "¡Dámela! ¡dámela!" Y dijo él: "¡Tómala! ¡tómala!" Luego añadió: "Está bien; pero ¿dónde está el entrometido de mi trasero; tu marido el astrónomo?" Ella dijo: "¡Así Alah le...
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