Las mil y una noches:610
Las mil y una noches - Tomo IV Pero cuando llegó la 611ª noche de Anónimo PERO CUANDO LLEGO LA 611ª NOCHE Ella dijo: "... Sabe, pues, hija mía, ¡oh pupila de mis ojos! que esta noche un ensueño pesó sobre mi sueño y oprimió mi pecho. En efecto, durante mi ensueño, paseábame por entre un tesoro oculto a todas las miradas y cuyas riquezas sólo se mostraban a mis ojos. Y admiraba yo cuanto veía; pero no se detenían mis miradas más que sobre siete piedras preciosas que brillaban con resplandor espléndido en medio de todo lo demás. Pero la más pequeña era la más hermosa y la más atrayente. Así es que, para admirarla mejor y ponerla al abrigo de las miradas, la cogí en mi mano, la apreté contra mi corazón y abandoné el tesoro, llevándomela conmigo. Y cuando la tenía ante mis ojos bajo los rayos del sol, un pájaro de especie extraordinaria, y como nunca se ha visto en estas islas, cayó de pronto sobre mí, me arrancó la piedra preciosa y emprendió el...
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