Las mil y una noches:538
Las mil y una noches - Tomo IV Y cuando llegó la 539ª noche de Anónimo Y CUANDO LLEGO LA 539ª NOCHE Ella dijo: "... y con ellos emprendió la ruta marina que conducía al palacio del rey Salamandra. Al llegar al palacio, el príncipe Saleh pidió permiso para entrar a hablar al rey; y se lo concedieron. Y entró en la sala donde se hallaba el rey marino Salamandra, sentado en un trono de esmeraldas y jacintos. Y Saleh formuló ante él sus deseos de paz con las maneras más escogidas, y depositó a sus pies los dos sacos grandes, llenos de magníficos regalos, que llevaban a la espalda los esclavos. Y al ver aquello, el rey correspondió a los deseos de paz de Saleh, le invitó a sentarse, y le dijo: "¡Bien venido seas, príncipe Saleh! ¡Hace ya mucho tiempo que no te veo, lo cual me entristecía bastante! ¡Pero date prisa ya a pedirme lo que te haya impulsado a venir a verme; porque cuando se hace un regalo, siempre es con la esperanza de obtener en cambio una cosa...
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