Las inquietudes de Shanti Andía: 137
Capítulo IV - La evasión 137 Pág. 137 de 156 Las inquietudes de Shanti Andía - Libro séptimo Pío Baroja Al año conocía yo a toda la gente pontonera. Había algunos viejos confinados que tenían una industria curiosa. Consistía ésta en hacer un agujero en el pontón y vendérselo al que pagara más. Estos agujeros debían salir entre el nivel del agua y la galería baja, lugar vigilado de noche y de día. Ugarte, que se estaba pasando la mayor parte del tiempo en el calabozo, me dijo que me enterara de quién podría hacer un agujero para escaparnos nosotros. Tenía dinero, y pagaría lo que fuese. Un marinero holandés de la tripulación de El Especulador, un barco pirata que dio mucho que hablar en su tiempo, entabló negociaciones con él, y se comprometió a cederle una mina después de terminada. Ugarte comenzó a mostrarse más dócil con la esperanza de la fuga. El holandés hizo parte de su galería; pero a la mitad del trabajo un vigilante...
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