La Revolución de Julio : 25
La Revolución de Julio Capítulo XXV de Benito Pérez Galdós Corrí tras del hombre que en aquella ocasión a mis ojos tomaba proporciones de figura heroica, tribuno y caudillo de la plebe; pero las oscilaciones del gentío le alejaban de mí cuando ya creía tenerle al alcance de mi mano. Yo gritaba: «¡Gracián, Gracián!» Se perdía mi voz en el bramido estentóreo del viento y la mar, que esto era el pueblo, océano revuelto y aires desencadenados... Por fin, pude cogerle en el arco de la calle de Atocha, y hablamos brevemente, pues no había lugar de largas conversaciones. «¿Quiere usted armas? -me dijo-. ¿Se batirá usted con nosotros y por nosotros? -Los hombres que se lanzan con tanto valor y entereza a una lucha desigual contra la burocracia y el militarismo, tienen todas mis simpatías. Pero yo no soy de armas tomar; no sirvo para esto... Vengo de curioso... -De cronista quizás. -Algo también de cronista. Quiero ver el atleta desnudo, inerme, luchando con...
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