La lucha por la vida III: 120
none Pág. 120 de 127 La lucha por la vida III Tercera parte Pío Baroja El rey saludaba militarmente, hundido en el coche, con el aire fatigado e inexpresivo. La regente, rígida, miraba a la multitud con indiferencia, y sólo en los ojos de la infanta, de tez morena, había un relámpago de vida y alegría. -Qué delgado está. -Parece enfermo -se oía decir a un lado y a otro. Pasó todo el cortejo; la masa de gente se hizo más permeable. Manuel pudo acercarse a la esquina de la calle Mayor, y en ella se encontró con el señor Canuto. Por el brillo de las mejillas le pareció que debía estar borracho. -¿Qué hay? -le dijo Manuel-. ¿De dónde viene usted? -De Barcelona. -¿Ha visto usted a Juan? -Ahí está, en la calle Mayor. -¿No ha pasado nada? -¿Te parece poco? Se ha acabado el reinado de María Cristina -dijo el señor Canuto en voz alta-. Esta buena señora tendrá muchas virtudes; pero lo que es suerte, no nos ha dado muy buena a los españoles. ¡Vaya un...
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