La lucha por la vida III: 073
none Pág. 073 de 127 La lucha por la vida III Segunda parte Pío Baroja Se abrió una puerta y apareció un hombre bajito, de bigote negro y rizado, con lentes, algo ventrudo, movedizo y calvo. -¿Qué tal? -le preguntó el juez. -Mal; el jurado está cada vez más torpe. Yo le advierto a usted que lo hago a propósito, y todos los pretextos que envían las personas discretas para no ser jurados, los acepto. Cuanto más brutos sean los que componen el jurado, mejor. A ver si se desacredita de una vez. -También la ley debían modificarla... -comenzó diciendo el joven. -Lo que debían hacer era suprimir el jurado -afirmó el hombre chiquito. Ahora puedes bajar un momento -dijo Ortiz a Manuel- y preguntarle si quiere algo. Bajó Manuel unos escalones. Se abrió la puerta de un calabozo. Había allí una medrosa semioscuridad. Un hombre estaba tirado en un banco. Era el Bizco. El Bizco en aquel instante pensaba. Pensaba que afuera hacía un sol hermoso; que en las calles...
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