La lucha por la vida II: 100
none Pág. 100 de 121 La lucha por la vida II Tercera parte Pío Baroja Pasó un organillo por delante del merendero. El Cojo lo hizo parar y bailaron Vidal y la Flora, la Justa y Manuel. Llegaron nuevas parejas, entre ellas una mujer gorda y chata, vestida de un modo ridículo, que iba acompañada de un hombre de patillas de hacha y aspecto agitanado. La Justa, que se sentía insolente y provocativa, comenzó a reírse de la mujer gorda; la otra contestó con despreciativo retintín y recalcando la palabra: -Estos pericos... -¡La tía gamberra! -murmuró la Justa, y cantó a media voz, dirigiéndose a la chata, este tango: -¡Indecente! -gruñó la gorda. El hombre con facha de gitano se acercó a Manuel para decirle que aquella señora (la justa) estaba faltando a la suya, y que él no podía permitir esto. Manuel comprendía que tenía razón; pero, a pesar de esto, contestó insolentemente al hombre. Vidal se interpuso, y después de muchas explicaciones por una y...
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