La lucha por la vida I: 091
VIII 091 Pág. 091 de 97 La lucha por la vida I Tercera parte Pío Baroja La plaza - Una boda en la Bombilla - Las calderas del asfalto... El noviazgo del Carnicerín y de la justa se formalizaba; el señor Custodio y su mujer se bañaban en agua de rosas, y únicamente Manuel creía que el matrimonio, al fin, no se realizaría. El Carnicerín era demasiado estirado y señorito para casarse con la hija de un trapero; Manuel pensaba que iba a ver si se aprovechaba de la ocasión; pero nada autorizaba por el momento estas malévolas suposiciones. El Carnicerín se mostraba generoso y tenía delicados obsequios para los padres de su novia. Un día de verano convidó a toda la familia y a Manuel a una corrida de toros. La Justa se puso muy elegante y bonita para ir con su novio. El señor Custodio llevaba las prendas de toda gala: el sombrero hongo nuevo; nuevo, aunque tenía más de treinta años; su chaqueta de pana, forrada, excelente para las regiones boreales, y...
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