La gran sultana: 80
Jornada III 80 Pág. 80 de 88 La gran sultana Jornada III Miguel de Cervantes ZAIDA Llévanla a la sepultura; que es varón y desdichado. Ambos a dos nos quisimos 785 desde nuestros años tiernos, y ambos somos transilvanos, de una patria y barrio mismo. Cautivé yo por desgracia, que ahora no te la cuento 790 porque el tiempo no se gaste sin pensar en mi remedio; él supo con nueva cierta el fin de mi cautiverio, que fue traerme al serrallo, 795 sepulcro de mis deseos, y los suyos de tal suerte le apretaron y rindieron, que se dejó cautivar con un discurso discreto. 800 Vistióse como mujer, cuya hermosura al momento hizo venderla al Gran Turco sin conocerla su dueño. Con este designio estraño 805 salió con su intento Alberto, que éste es el nombre del triste por quien muero y por quien peno. Conocióme y conocíle, y destos conocimientos 810 he quedado yo preñada; que...
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