La Barraca : 3
La barraca : III de Vicente Blasco Ibáñez Batiste, al inspeccionar las incultas tierras, se dijo que allí había trabajo para largo rato. Mas no por eso sintió desaliento. Era un varón enérgico, emprendedór, avezado a la lucha para conquistar el pan. Allí lo había muy largo, como decía él, y, además, se consolaba recordando que en peores trances se había visto. Su vida pasada era un continuo cambio de profesión siempre dentro del círculo de miseria rural, mudando cada año de oficio, sin encontrar para su familia el bienestar mezquino que constituía toda su aspiración. Cuando conoció a su mujer, era mozo de molino en las inmediaciones de Sagunto. Trabajaba entonces como un lobo -así lo decía él- para que en su vivienda no faltase nada; y Dios premió su laboriosidad, enviándole cada año un hijo, hermosas criaturas que parecían nacer con dientes, según la prisa que se daban en abandonar el pecho maternal para pedir pan a todas horas. Resultado: que...
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