La Alpujarra:33
La Alpujarra Quinta parte: Capítulo 3 de Pedro Antonio de Alarcón - III - Una hora en Adra En Adra, como en Murtas, era Domingo, y los marineros y pescadores estaban tan aseados y compuestos a la orilla del mar, como los labriegos y pastores que habíamos encontrado aquella mañana en lo alto del Cerrajón. Pero el traje variaba mucho. Los hijos de la calurosa Adra vestían, si a aquello puede llamarse estar vestidos, anchos y blanquísimos zaragüelles, llevando sobre los hombros una anguarina de paño negro con su correspondiente capucha.- Parecían moros de Levante. Todos se hallaban de asueto y holganza... ¡Y nosotros, por puro gusto, nos habíamos impuesto aquel día la ruda faena de tan fatigosa expedición! -Los miré, pues, con envidia, y tuve lástima de nosotros. Tal es el perpetuo contrasentido de la naturaleza humana. También sentí como una especie de recrudescimiento de amor hacia el mundo abierto, público y conocido, hacia el siglo XIX, hacia la...
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