En la carrera: 06
Capítulo VI 06 Pág. 06 de 21 En la carrera- Primera parte Felipe Trigo Una mañana, al salir con Cerrato para San Carlos, Esteban se encontró en el mismo portón una visita. Un señor. «Parecía de Badajoz.» ¡Sí, esta vez no fue visión de su casi olvidada mamá!...,de Badajoz: Collado, Zacarías Collado. -¡Hola! ¿Cómo estamos?... ¿No es usted Esteban Sicilia?... Pues muchas memorias de su madre. Acabamos de llegar, yo y la Renata. No se habían hablado nunca. Apenas si de vista conocíanse. Esteban le recordaba como una de las clásicas figuras de Badajoz, tal que a Daguirri el fosforero, a Bonifacio el de los sermones, y a Charepe. En otra categoría y con más respeto, es decir, sin que le siguieran los chiquillos nunca, este Zacarías, el lelo, solía verse con su alta y flaca figura desvaída, con sus barbas lacias y su boca abierta, siempre solo por las calles, una veces a pie, otras en un caballo que tranqueaba o trotaba a su placer, baja la cabeza y...
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