El Señor de Bembibre:15
El Señor de Bembibre Capítulo XV de Enrique Gil y Carrasco A los pocos días de haber caído don Álvaro prisionero ocurrió, por fin, una novedad que todos esperaban con ansia grandísima en el campamento del rey. Vinieron cartas del papa Clemente V con la orden de proceder al arresto y enjuiciamiento de todos los templarios de Europa y secuestro de sus bienes, y con ellas noticias de los horribles suplicios de algunos caballeros de la orden en Francia. Aquel pontífice débil y cobarde había consentido que los sacasen de su fuero, entregándolos en manos de una comisión especial, que equivalió a ponerlos en las del verdugo. Clemente temblaba de que Felipe el Hermoso quisiese poner en juicio la majestad del pontificado en la persona, o por mejor decir, en la memoria de su antecesor Bonifacio, y a trueque de evitarlo, le dejaba bañarse en la sangre de los templarios y cebarse en sus bienes. En Francia, sin embargo, la audacia del rey y el desconcierto de lo imprevisto del...
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