El Señor de Bembibre:11
El Señor de Bembibre Capítulo XI de Enrique Gil y Carrasco Tiempo es ya de que volvamos a doña Beatriz, cuya situación era sin duda la más violenta y terrible de todas. La agitación nerviosa y calenturienta que le había causado la terrible escena con su padre, y la inminencia del riesgo, le habían dado fuerzas para arrojarse a cualquier extremo a trueque de huir de los peligros que la amagaban, pero cuando Martina desapareció para llevar su mensaje y aquella violenta agitación se fue calmando para venir a parar, por último, en una especie de postración, comenzó a ver su conducta bajo diverso aspecto, a temblar por lo que iba a suceder como había temblado por lo pasado, y a encontrar mil dudas y tropiezos, donde su pasión sólo había visto antes resolución y caminos llanos. Ningún empacho había tenido el día de su encierro en solicitar la entrevista de la iglesia, porque semejante paso sólo iba encaminado a contener a su amante en los límites del deber, e...
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