El laberinto del amor: 072
Jornada III 072 Pág. 072 de 107 El laberinto del amor Jornada III Miguel de Cervantes JULIA Tanto, que, a entender tú el cuánto, 55 ya la hubieras satisfecho. ¿Lágrimas eran aquellas para no ablandar un canto? Y ¿hay cielo que se alce tanto do no alcancen sus querellas? 60 ¡Ah, señor Manfredo! MANFREDO A fe, Camilo, que estás rendido. JULIA Tengo el corazón herido de lo que en Julia noté. El agradable reposo, 65 las razones tan sentidas, aquellas perlas vertidas por aquel rostro hermoso; los desmayos, los temores, la vergüenza y sobresaltos, 70 el darle el corazón saltos, en fin, el morir de amores, con otras cosas que, a vellas tú, señor, como las vi, así como han hecho a mí, 75 te ablandaran sus querellas. MANFREDO Vamos; que, pues ya se fue, no hay della tratarme más; mas si vuelve,...
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