Del frío al fuego: 19
Capítulo XVIII 19 Pág. 19 de 27 Del frío al fuego Felipe Trigo En verdad que se ha animado el barco, con la fiesta. A la mesa se habla siempre de música y teatro, y empiezan los ensayos en cuanto anochece. Siendo mi cargo el de director de escena, aquí en la saleta de señoras, Sarah no me deja bajar al comedor, ni aun cuando ella canta -teniendo que atender a ambas secciones -su Seade melancolique: Ma fenétre, helas, est fermée, et ne s'ouvrira que pour lui... pourquoi ne t'emue point ma tendresse? elle-est si grande, mon chéri!... Bien aimé ne t-en fuis! En cambio, de que Lucía termina abajo su aria Il riso, y sube a vernos, Sarah, mi novia... ¡mi novia! háceme salir. ¡Oh, tirana microscópica! Aquí estoy, fuera, temeroso más que obediente a sus gestos. Me aterra la histérica muchacha. Sería capaz de delatarle a Alberto toda su fantasmagoría celosa. Es el único peligro que tendré que conjurar: yo no puedo renunciar a mi amistad con Lucía....
Está viendo el 6% del contenido de este artículo.
Solicite el acceso a su biblioteca para poder consultar nuestros recursos electrónicos.
Ventajas de ser usuario registrado.
Acceso sin restricciones a todo el contenido de la obra.
Sólo información contrastada de prestigiosos sellos editoriales.
Contenidos de renombrados autores y actualizaciones diarias.
La nueva plataforma del Consorcio ofrece una experiencia de búsqueda de fácil manejo y de gran usabilidad. Contiene funciones únicas que permiten navegar y realizar consultas de manera ágil y dinámica.
Convenios especiales: Enseñanza Bibliotecas públicas