Cuestión de ambiente: 05

Cuestión de ambiente de Antonio de Hoyos y Vinent Capítulo IV - Bochorno Aquella vergüenza estaba realizada. El mundo, el dorado mundo donde tal infamia se había llevado a cabo, encogiose de hombros, sonriendo sarcásticamente. ¿Qué le importaba? ¡Uno más! A ninguno de aquellos seres que ahora le rodeaban en la vida íbales nada en su deshonra: nadie le quería, casi nadie le estimaba, y si, por rara excepción, alguien sentía por él vaga simpatía, la sobriedad de su carácter puso siempre infranqueables barreras a toda amistad. Pero ese caso no se daba. El mundo, haciendo criterio de sus aberraciones para juzgar moralmente, usaba como norma para explicar los actos de los demás sus propios actos; para buscar los móviles, sus propias intenciones, y para las ideas, las suyas, bien mezquinas por cierto. Todos tenían el convencimiento de que a sabiendas aceptó su vergüenza, y que lo hizo gustoso por gozar de la posición y la fortuna que ahora disfrutaba. Tomad mi...

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