Blasones y talegas: 5
Blasones y talegas Tipos y paisajes de José María de Pereda - V - Quince días después de estos sucesos, el pueblo en que ocurrieron era teatro de otros de muy distinta naturaleza. Las puertas y ventanas de la casa de Zancajos estaban festoneadas de rosas y tomillo; las seis mejores guisanderas de los contornos, posesionadas del gallinero, de la despensa y de la cocina, desplumaban acá, revolvían allá y sazonaban acullá, y atizaban la fogata que calentaba a veinte varas a la redonda, y al salirse en volcán de chispas por la chimenea se llevaba consigo unos aromas que hacían chuparse la lengua a toda la vecindad. En un ángulo del corral otras cocineras, menos diestras, guisaban en grandes trozos seis terneras, improvisándose en el centro una fuente de vino tinto y se armaba una cucaña en el otro lado. Estallaban en el espacio multitud de cohetes; recorrían las callejas cuatro gaiteros, sacando a sus roncos instrumentos los más alegres aires que podían dar;...
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