Bendición de la tierra - Libro Segundo. Capítulo 12
Un grupo singular sube hacia Sellanraa: tal vez un grupo algo ridículo, pero tampoco ridículo en absoluto. Son tres hombres con enormes cargas sobre las espaldas, con sacos que les cuelgan por delante y detrás. Mientras andan en fila, cruzan palabras chistosas entre ellos, sin hacer gran caso del cansancio. Andresen, el dependiente, abre la marcha del que podría llamarse su grupo; se ha equipado él, y ha equipado a Sivert de Sellanraa, y a un tercero, Fredrik Ström de Amplia Vista. ¡Qué diablillo ese dependiente Andresen, que casi toca al suelo de puro encorvado! Parece que el cuello de la chaqueta se le vaya a rasgar espalda abajo. Pero aguanta su carga, ¡vaya si la aguanta! No ha comprado Storborg, con la tienda, porque no tiene dinero, y opta por la posibilidad de adquirirlo gratis si se espera un poco. Por de pronto, ha tomado Storborg en arriendo, y se ha hecho cargo del negocio. Practicado el examen de las existencias, ha encontrado una porción de artículos...
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