Ana Karenina VII: Capítulo XXX

10/02/2011 2.090 Palabras

Ana KareninaSéptima parte: Capítulo XXX de León Tolstoi «Otra vez estoy en la calle. De nuevo lo comprendo todo», se dijo Ana en el momento en que se puso en marcha el carruaje. Y mientras el coche rodaba, con suave balanceo y fuerte trepidación, saltando sobre los guijarros del empedrado, mil pensamientos iban pasando por su mente. «¿Qué es lo último en que pensé antes? ¡Ah, sí! Tiutkin–Coiffeur. No, no es eso. ¡Ah, sí!, lo que decía Jachvin: "la lucha por la existencia y el odio son lo único que mueve a los hombres". Vosotros hacéis mal en ir allí», se dirigía mentalmente a varios hombres que iban en un coche tirado por cuatro caballos, dirigiéndose a las afueras, con ánimo bien visible de divertirse. «Tampoco el perro que lleváis va a serviros de nada. No podréis huir de vosotros mismos.» Luego, dirigiendo su mirada a un punto al que, volviendo su cabeza, miraba fijamente Pedro, Ana vio a un obrero que, completamente ebrio, con la cabeza...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info